Cada padre desea proporcionar a su hijo lo mejor, y la alimentación saludable es crucial para su desarrollo. En la actualidad, cuando los estantes de las tiendas están llenos de alimentos procesados, encontrar opciones alimenticias saludables para los niños puede parecer un desafío. Sin embargo, con un poco de creatividad y planificación, se pueden preparar comidas deliciosas y llenas de nutrientes que satisfarán incluso los paladares más exigentes. En este artículo presentamos tres recetas que no solo son saludables, sino también fáciles de preparar en la comodidad del hogar.
Batidos de frutas y verduras
Los batidos son una excelente manera de incorporar más frutas y verduras de manera interesante en la dieta de un niño. Se pueden preparar en cuestión de minutos, y la variedad de sabores y colores anima a los niños a probar cosas nuevas. Para empezar, recomendamos un batido de espinacas, plátano y mango. Esta combinación no solo es deliciosa, sino también rica en vitaminas y minerales.
Comienza lavando las hojas de espinacas. Luego agrégalas a la licuadora junto con el plátano y el mango cortados en trozos. Si deseas que el batido sea más sustancioso, puedes agregar una cucharada de mantequilla de maní. Vierte un poco de agua o leche vegetal y licúa hasta obtener una consistencia suave. Esta bebida no solo saciará el apetito del niño, sino que también le proporcionará energía para todo el día.
Tortitas de verduras
Las tortitas de verduras son otra excelente manera de enriquecer la dieta de un niño con vegetales. Son sabrosas y se pueden servir tanto calientes como frías. Son perfectas como refrigerio entre comidas o como acompañamiento de un plato principal. Para prepararlas, necesitas papas, zanahorias y calabacines.
Empieza lavando y pelando las verduras. Luego rállalas con un rallador de agujeros grandes y escúrrelas para quitar el exceso de agua. Agrega un huevo, un poco de harina (puede ser sin gluten) y condimentos al gusto. Fríe a fuego lento hasta que las tortitas estén doradas por ambos lados. Sirve con yogur natural o salsa de tomate. Este plato no solo deleitará a tu hijo, sino que también lo inspirará a comer más verduras.
Pasta con salsa de tomate y verduras
La pasta es un plato que suele ser muy popular entre los niños. Para hacerlo más nutritivo, es bueno agregarle verduras frescas. Una simple salsa de tomate con pimientos, calabacines y zanahorias no solo es sabrosa, sino también rica en vitaminas.
Comienza salteando la cebolla en aceite de oliva hasta que esté transparente. Agrega las verduras cortadas y saltéalas unos minutos. Luego añade el puré de tomate y sazona al gusto. Cocina a fuego lento hasta que las verduras estén tiernas. Mezcla la pasta cocida con la salsa. Este plato no solo es saludable, sino que también permite incorporar fácilmente diferentes verduras a la dieta del niño, lo cual es fundamental para su desarrollo adecuado.
Inés Castillo